https://doi.org/10.15174/orhi.vi19.13

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Entre redes y anarquistas: mujeres en el Partido Liberal Mexicano y en Regeneración, 1907-1913

Women in the Mexican Liberal Party and in Regeneration, 1907-1913

 

 

Resumen

Este artículo analiza las ideas y el trabajo desempeñado por las mujeres que fueron parte orgánica del Partido Liberal Mexicano (PLM) en Estados Unidos, desde 1907 hasta 1913. Asimismo, profundiza en la importancia de las relaciones interpersonales de la agrupación y la realización de distintas actividades para mantener la práctica editorial del partido que no se agotó en la publicación del periódico Regeneración, sino que gracias a la diversificación de las dinámicas de difusión y transferencias culturales hechas por militantes como María Talavera Broussé, Elizabeth Trowbridge, Francisca J. Mendoza y otras tantas que permanecen en la penumbra, el PLM fue internacionalmente apoyado por grupos de ideas libertarias que tuvieron en el seno de sus programas la lucha por la emancipación.

Abstract

This article analyzes the ideas and work carried out by women who were organically part of the Mexican Liberal Party (PLM) in the United States, from 1907 to 19013. It also delves into the importance of the interpersonal relationships within the group and the execution of various activities to maintain the editorial practice of the party, which didn't end with the publication of the prominent newspaper Regeneración. Thanks to the diversification of dissemination dynamics and cultural transfers made by activists such as María Talavera Broussé, Elizabeth Trowbridge, Francisca J. Mendoza, and many others who remain in the shadows, the PLM was internationally supported by libertarian groups that had, within their programs, the struggle for emancipation.

 

Fecha de recepción: 13 de enero de 2023

Fecha de aceptación: 15 de abril de 2024

 

* Doctoranda en Historia por la Universidad de Guanajuato, maestra en Historia por el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Ha participado en diferentes eventos académicos y culturales nacionales e internacionales. Ha publicado artículos en revistas de difusión y ha colaborado en el documental Ricardo, producido por Servicios de Medios Públicos de la Ciudad de México, Capital 21, 2022, capítulos III y IV, disponibles en: https://www.youtube.com/watch?v=Zce3lRXkPsw y https://www.youtube.com/watch?v=uOEk-eE1y3. Es fundadora de la Red de Investigadoras sobre Mujeres Anarquistas (RIMA), 2022, México.

Contacto: gaxime01@gmail.com


A manera de introducción

México, a principios del siglo XX, se encontró administrado política y económicamente por el general Porfirio Díaz Mori, que en 1900 lanzó su quinta reelección presidencial, desatando una serie de ataques políticos por parte de los liberales decimonónicos del país y de la prensa no subvencionada por el gobierno. Entre aquellos liberales se encontraron Jesús y Ricardo Flores Magón, Camilo Arriaga, Librado Rivera, Antonio Horcasitas, Antonio Díaz Soto y Gama, Juan y Manuel Sarabia, Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, Elisa Acuña, entre otros. Fueron ellas y ellos quienes en aquel año crearon, en la ciudad de San Luis Potosí, el Club Liberal Ponciano Arriaga, a manera de protesta contra los constantes abusos del régimen porfirista, principalmente para organizar las inconformidades de la población mexicana y encauzarlas a cambios políticos y sociales a través de la conformación del Partido Liberal Mexicano (PLM).

Por su activo trabajo propagandístico y de lucha política en contra del presidente en turno, aquellos liberales se vieron obligados a salir del país y refugiarse en otros territorios. Desde 1903, la mayoría se refugiaron en Estados Unidos, mientras varios más partieron con destino al sur del continente. Cabe mencionar que las actividades de aquellos liberales estuvieron estrechamente vinculadas al periodismo independiente, conformando redes de afinidades políticas y contribuciones económicas mutuas, pero ¿por qué resultó importante esa y otras redes? Para responder a ese cuestionamiento fue necesario comprender que el trabajo histórico en torno al PLM y a su órgano de difusión: Regeneración, ha sido desde la década de los años cuarenta del siglo XX uno de los campos más frecuentados en la historiografía de la Revolución Mexicana y del anarquismo en México,1 abordándose desde diferentes enfoques.

Sin embargo, desde la última década de ese siglo hasta la actualidad, diversos investigadores se han interesado por el trabajo colectivo del sector femenino en el PLM, y parten de una revisión más profunda sobre los debates en las distintas formas de estudiar la militancia del partido, desde la recopilación de textos2 hasta la biografía colectiva,3 donde han profundizado en la participación de estas y estos activistas en movimientos sociales y culturales en los que se relacionaron, incluso con movimientos importantes de trabajadores agrícolas, como lo muestran las recientes investigaciones de David Vázquez Valenzuela y Luis Olvera.4

Respecto a las formas en cómo se organizaron los integrantes de Regeneración en su etapa anarquista de 1910 a 1918, existe una vasta historiografía que se realizó desde las últimas décadas del siglo XX, explorando las redes y relaciones internacionales que establecieron sus integrantes con grupos y periódicos anarquistas franceses, estadounidenses, cubanos y, en menor medida, argentinos.5 Desde la historia política, social e historia intelectual, en tales estudios se analizaron textos periodísticos libertarios que dan cuenta de la doble relación, solidaria y conflictiva a la vez, entre los mexicanos y las agrupaciones libertarias de diferentes países, ahondando en las múltiples discusiones que se expusieron en la prensa revolucionaria.

Es así como partiendo de la historia transnacional, en este artículo propongo el estudio de la militancia del PLM a partir de redes, entendidas como un conjunto de agrupaciones que se vincularon en un determinado momento a través de sus prácticas editoriales y, desde esta perspectiva, analizamos cuál fue el papel de las mujeres en la conformación de esas redes, la cultura y diversidad de materiales impresos, cómo ellas fueron ganando espacios políticos, así como las diferencias de género entre los militantes a través de sus relaciones y conflictos de poder, específicamente en los Estados Unidos entre 1907 y 1913, porque fue durante esa etapa cuando mayor colaboración femenina identifiqué en el PLM, en un país donde hubo mayor confluencia de ideas libertarias, producto de la amplia migración revolucionaria europea.

Pongo énfasis en las mujeres, porque no solamente se trata de visibilizarlas y rescatarlas del olvido, sino analizar su participación como agentes de cambio, sujetos activos y pensantes que en distintas ocasiones fungieron como ejes que sostuvieron publicaciones, propaganda o el mismo movimiento anarquista en un mundo dominado por el género masculino.

Son fundamentales las investigaciones sobre las militantes del partido, considerando que fue una lucha heterogénea; entre las mismas militantes hubo divergencias en los postulados teóricos y prácticos. Por tanto, son libertarias en el sentido que sin importar su ideología, socialistas y anarquistas, lucharon por el programa político del PLM, con el objetivo de dirigir la emancipación del pueblo mexicano para posteriormente ampliar la Revolución al campo internacional. Mientras algunas reconocieron en el modelo anarquista el enfrentamiento de clases, y se unieron en la Revolución y movilizaciones armadas, varias cuestionaron la necesidad de la lucha por la emancipación femenina, desde la sexualidad hasta el libre ejercicio de la maternidad, y otras pugnaron por la igualdad entre los géneros.

Confluencia revolucionaria: mujeres socialistas y anarquistas en el PLM, 1907-1910

En 1905, cuando Enrique y Ricardo Flores Magón, Juan y Manuel Sarabia, Antonio I. Villarreal, Librado Rivera, integrantes de Regeneración, llegaron a San Luis, Missouri, huyendo de la persecución porfirista, se encontraron con una ciudad que aglomeró gran cantidad de agrupaciones libertarias vinculadas entre ellas. Por lo que la heterogénea circulación de ideas fue un elemento que influyó considerablemente en la transformación del proyecto político del grupo de mexicanos, el cual fue publicado en su periódico en 1906.

Desde aquellos años, los militantes del PLM forjaron lazos de amistad y afinidad político organizativa que apoyaron económicamente al semanario Regeneración hasta sus últimas publicaciones en 1918. Los reconocidos anarquistas Florencio Basora, Pedro Esteve, Emma Goldman, Alexander Berkman y Voltairine de Cleyre se unieron afanosamente a la propaganda de la lucha de los mexicanos. Particularmente, fueron Goldman y Voltairine quienes en su revista Mother Earth llegaron a solicitar colaboración financiera para Regeneración como muestra solidaria con la causa mexicana.6

En circunstancias tan agitadas políticamente, la variedad de actividades culturales fueron primordiales, y en ellas los integrantes de Regeneración tuvieron participación activa desde 1905. Dicha colaboración está intrínsecamente conexa con la pluralidad de contactos con los que se interrelacionaron, iniciando a interiorizar el lenguaje de la militancia libertaria, utilizando los versos de las canciones, poemas y demás literatura que les resultó fácil de “memorizar y que constituían, por lo común, un eficaz mecanismo cultural mediante el cual los obreros forjaban su identidad colectiva”.7

Entre las diversas dinámicas culturales, los miembros del PLM adoptaron las giras de propaganda política como una forma de obtener dinero para el semanario, el partido y armamento para la rebelión. Básicamente, las giras consistieron en el traslado de la militancia de una ciudad a otra sin financiamiento, con el objetivo de llegar a diferentes lugares, dar conferencias sobre la necesaria Revolución en México y después colectar fondos para marchar a otra parte.8 Esa estrategia es importante porque permite apreciar cómo los integrantes de Regeneración van modificando sus actividades políticas y adoptando una postura ideológica distinta, así como diferentes formas de propaganda.

Para 1907, la participación de las militantes dedicadas a propagar el programa político del partido fue destacada. Por ejemplo, María Talavera Broussé fue presentada como uno de los cerebros del anarquismo en Norteamérica, tanto que el periódico Los Ángeles Daily Times, editado en la ciudad de Los Ángeles, llegó a considerarla como una de las ideólogas y organizadoras detrás de Regeneración y del PLM.9

María Talavera Broussé fue escritora y precursora de las ideas sobre la emancipación de la mujer. Ella junto a su hija Lucía Norman desempeñaron el papel de propagandistas y vehículo de comunicación entre los militantes presos y quienes estuvieron en libertad. A través de sus visitas a la prisión, Talavera transportó las instrucciones que Ricardo Flores Magón envió para los intentos de rebelión y organización de los obreros en México desde 1906, destacando las movilizaciones de Cananea, Sonora, y en las industrias textiles de Puebla, Veracruz, Tlaxcala, Querétaro, Jalisco y Ciudad de México.

En 1908 ya estaban involucrados en la organización de los campesinos y trabajadores de los municipios de Viesca y Las Vacas, Coahuila, así como en Casas Grandes y Palomas, Chihuahua,10 espacios geográficos propicios para la difusión de Regeneración y del programa del PLM, cuya finalidad inmediata fue enseñar a textileros y mineros sus derechos, y la defensa de éstos a través de la vía armada.11 Paralelamente, Talavera colaboró con distintas agrupaciones políticas, como los Trabajadores Industriales del Mundo y el Partido Socialista, para difundir el proceso judicial de los mexicanos, estableciendo vínculos de afinidad política y colaboración financiera para la causa revolu cionaria. Realizaron campañas propagandísticas con dibujos alegóricos de la prensa correligionaria, emblemas, himnos y canciones, elementos que los acercaron a la construcción de una cultura propia que posteriormente se cultivó entre los integrantes de Regeneración.

Es indispensable mencionar que, desde 1907 por la constante persecución, dejaron de publicar Regeneración y se movilizaron a la ciudad de Los Ángeles, California, donde en junio de ese año publicaron otro semanario: Revolución. Con el nuevo periódico diversificaron los materiales impresos y mantuvieron contacto con la prensa libertaria. En agosto del mismo año, Ricardo Flores Magón, Librado Rivera y Antonio I. Villarreal fueron nuevamente encarcelados, dejando en manos de Práxedis Gilberto Guerrero, Enrique Flores Magón y Lázaro Gutiérrez de Lara la publicación de Revolución.

Cuando los mexicanos fueron encarcelados en agosto de 1907, habían establecido las bases de una red solidaria con los ácratas en los Estados Unidos, pero también con los de Cuba (véase Imagen 1). Esas relaciones solidarias se sustentaron en la reproducción continua de artículos, referencias en sus respectivos periódicos y discusiones entre militantes, tanto por la publicación en Revolución de un artículo titulado “Manifiesto a los trabajadores del mundo” como por disputas personales.

Imagen 1

El PLM -Revolución, 1907- y sus relaciones con diversos periódicos libertarios de los Estados Unidos, y con ¡Tierra!, el primer grupo ácrata de América Latina con el que se vincularon desde Norteamérica

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Fuente: Elaboración propia a partir de la información de Revolución de junio-agosto de 1907. PLM-Revolución (1907) y sus relaciones con diversos periódicos libertarios de los Estados Unidos. Destacamos ¡Tierra! como el primer grupo ácrata de América Latina con el que se vincularon desde Norteamérica. Los círculos rojos muestran las relaciones solidarias de la prensa libertaria y la difusión de la causa mexicana que hicieron periódicos oficiales de Estados Unidos y de Cuba, antes de que los representantes del PLM fueran encarcelados en el mismo año.

Esas relaciones se modificaron considerablemente como consecuencia de los cambios en el grupo. Se sumaron socialistas norteamericanos y algunos ingleses que pugnaron por la libertad de los presos, encabezando una campaña internacional en protesta al gobierno norteamericano por el apoyo otorgado al régimen mexicano para reprimir a los integrantes del PLM. Una de las primeras colaboradoras norteamericanas con la agrupación mexicana fue Ethel Dolson, periodista y empleada del diario The Call de San Francisco; ella logró la primera entrevista con los mexicanos presos.

En septiembre de 1907 publicó un artículo con las declaraciones hechas por los encarcelados, días después fue despedida. A consecuencia de la reunión con los presos y la simpatía con sus ideas, partió a Los Ángeles, California, y se convirtió en colaboradora de la causa de los mexicanos,12 desempeñando el papel de militante conectora con otros periodistas en posibilidades de publicar a favor de los revolucionarios.

Además, Dolson fue la encargada de la sección en inglés del semanario Revolución, y constantemente acompañada de las camaradas María Talavera, Concepción Arredondo y el militante Práxedis G. Guerrero vendieron Revolución, hicieron mítines en plazas públicas y recolectaron dinero hasta marzo de 1908, mientras las figuras más representativas del partido se encontraban encarceladas. Esa relación política de la militancia del PLM con Dolson y otros libertarios, como A. R. Holston, Job Harriman, Alfred G. Sanftleben, John Kenneth Turner y Ethel Duffy, afianzó el apoyo de los socialistas hacia los integrantes del PLM.

Los socialistas tuvieron las vías financieras y jurídicas para luchar por la libertad de los encarcelados, pero con los anarquistas mantuvieron mayor poder de convocatoria divulgando la situación de represión de los libertarios en distintas regiones del mundo. Al diversificar sus vínculos ampliaron su red de relaciones a las que se unió Elizabeth Darling Trowbridge en 1908, ejerciendo una doble militancia, pues también perteneció a las filas del Partido Socialista en Los Ángeles.13

Para 1908, Harriman, Murray, Duffy, Turner, Trowbridge y Talavera fundaron la Liga de Defensa de los Refugiados Políticos,14 y trabajaron en conjunto para la defensa legal de los mexicanos presos con quienes mantuvieron comunicación constante. A los mencionados se unió la socialista norteamericana Hattie de Lara, esposa de Lázaro Gutiérrez de Lara; en contra de ella hubo una orden de aprehensión, fue acusada de violar las leyes de neutralidad, cargo sustentado por la venta y repartición del manifiesto del PLM que Hattie y Talavera distribuyeron en las plazas públicas15 como una de sus principales actividades propagandistas en espacios de sociabilidad.

Si bien, la mayoría de estas mujeres son reconocidas por tratarse de las parejas sentimentales de las figuras faro del PLM, muchas de ellas estrecharon lazos con las y los trabajadores a través de la cultura oral, desempeñándose como oradoras en formación y al calor de la lucha en espacios públicos. Además, militantes como Trowbridge, aunque fue mayormente conocida por su contribución financiera hacia el partido, desde 1907 hasta 1909, lo fue también por su actividad periodística con la que diversificó los materiales impresos del grupo. Apoyó monetariamente y casi en su totalidad la edición de Revolución, Reforma, Libertad y Justicia dirigido por Antonio de P. Araujo, donde constantemente informaron del proceso legal de los miembros de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano. También publicaron Libertad y Trabajo y El Defensor del Pueblo (de los cuales ya no existen ejemplares), en los que difundieron los artículos de Ricardo, Enrique, Rivera, Sarabia y Talavera.16

Trowbridge junto a Duffy, Turner, Murray y Sarabia publicaron Ther Border en Tucson, Arizona, donde Murray fungió como director. A decir de Margarita Vásquez, The Border formó parte de un grupo de revistas que tuvo como característica la exaltación de la historia y la cultura del oeste. La mayor parte del contenido fueron cuentos, poemas, ensayos, novelas y reportajes cortos escritos por su círculo de colaboradores con aparición recurrente de imágenes que representaron la cultura indígena.17

Lo cierto es que, aunque The Border perteneció al círculo de revistas que aportó en la difusión de la cultura del oeste, se diferenciaba por tener la propagación de los postulados de los revolucionarios mexicanos y porque las contribuciones económicas recolectadas fueron dirigidas a la defensa legal de éstos. Dejó de publicarse en enero de 1909, pues no logró la influencia que sus editores esperaron, su impresión resultó costosa y los recursos de Trowbridge se agotaron paulatinamente.18

Para principios de 1909, podemos observar mayor actividad socialista en apoyo al PLM, y no de los anarquistas, debido a que las condiciones de represión recrudecieron para estos militantes de 1905 hasta 1910. Entre 1908 y 1909, Trowbridge escribió artículos sobre las condiciones de esclavitud en México para los periódicos Appeal to Reason y para el Miner's Magazine. Escritos basados en un viaje a México que Kenneth Turner realizó junto a Lázaro Gutiérrez de Lara.19

A pesar del apoyo solidario y financiero de los socialistas, y principalmente de las militantes afines a esas ideas, vemos que se trató de vínculos con contradicciones y pugnas personales que afectaron la relación de sus integrantes y provocaron rupturas. Por ejemplo, en 1909 se celebró un contrato matrimonial entre Trowbridge y Sarabia, unión que significó la división del grupo, debido a que Ricardo acusó a la pareja de traicionar la causa y de egoísmo, la razón del conflicto fue de carácter personal. Ricardo recriminó que meses atrás, Manuel Sarabia cortejó a Lucía Norman, hija adoptiva de Flores Magón, para dejarla después por Trowbridge.20

La consecuencia del matrimonio fue una serie de ataques públicos contra Sarabia y Trowbridge, que les obligó a partir rumbo a Inglaterra por la poca aceptación que tuvo su relación y por la amenaza de que Sarabia fuera nuevamente enviado a prisión. En esas circunstancias, el grupo se dividió producto del encarcelamiento de los representantes de la Junta, pero también por posiciones distintas, riñas personales, diversidad editorial y evolución de las ideas y la cultura de sus integrantes. También, fue detenido Lázaro Gutiérrez de Lara en octubre de 1909, cuando expuso el programa del PLM en la Plaza de los Mexicanos, lugar que suponía un espacio de sociabilidad de libre expresión. Mientras tanto, Ricardo Flores Magón y Librado Rivera afianzaban relación con Florencio Basora, Pedro Esteve, Alexander Berkman y Voltairine de Cleyre.

La edición de revistas y periódicos por parte de las y los miembros del grupo fue consecuencia del trabajo conjunto, y gracias a eso en 1910 el PLM fue internacionalmente conocido. Por el lado de los socialistas, las relaciones con Job Harriman, John Murray, Ethel Duffy y John Kenneth Turner perduraron por lo menos hasta principios de 1911. “Así pues, la presencia de Manuel y Elizabeth en Londres desde 1909 fue en cierto sentido muy oportuna, puesto que estableció puentes entre los liberales y la prensa, tanto anarquista como socialista de Europa”.21

Además de Reforma, Libertad y Justicia, Libertad y Trabajo y Punto Rojo, hubo otros intentos editoriales desde finales de 1909 en San Antonio, Texas. Las hermanas Teresa y Andrea Villarreal editaron las revistas El Obrero y Mujer Moderna, respectivamente. éstos fungieron como espacios impresos desde los que convocaron a las mujeres a participar en la lucha desde sus circunstancias y necesidades. Gracias al trabajo de propaganda de la militancia femenina y a la diversidad de materia les impresos durante 1907 hasta 1909, los integrantes de Regeneración reforzaron vínculos con otros libertarios a través de sus periódicos, revistas y la fundación del Comité Central de Propaganda. Así mismo, consiguieron que diferentes publicaciones dieran continuidad a la persecución de los mexicanos y reprodujeran las críticas al gobierno porfirista. Se sumaron al Comité Central de Propaganda figuras como Pedro Kropotkin, Emma Goldman, Voltairine de Cleyre, Carlos Malato, Jaime Vidal, Pedro Esteve, Fernando Tarrida de Mármol y Luis Bonafoux, quienes desde sus propios periódicos ácratas apoyaron a los integrantes de Regeneración.22

En la Imagen 2 se muestra el crecimiento de los vínculos solidarios y económicos del PLM de 1908 hasta 1910, años en que los dirigentes del partido se encontraron encarcelados. La diversificación de relaciones fue gracias al trabajo de la militancia en libertad, específicamente de la propaganda y las actividades femeninas.

Imagen 2

PLM y la diversificación de relaciones solidarias y económicas en Estados Unidos y Europa a través del intercambio de materiales impresos, 1908-1911

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Fuente: Elaboración propia a partir de la información de Revolución de 1907-1908 y Regeneración de 1910-1911. Los cuadros azules muestran el apoyo solidario y económico que los dirigentes del PLM establecieron antes de su encarcelamiento en 1907, los rojos representan las nuevas vinculaciones hechas por la militancia en libertad a partir de giras de propaganda y la publicación de los periódicos Reforma, Libertad y Justicia, Libertad y Trabajo, Punto Rojo y la revista The Border d de 1908 hasta 1911.

Además de las divergencias personales entre militantes, las diferencias políticas y estratégicas involucraron la práctica editorial, pues las ideas expuestas, actividades y propaganda las orientaron a exponer la viabilidad de una revolución social y económica desde las propuestas ácratas. Para ello, explicaron que el socialismo requiere de una estructura jerárquica para mantener las dinámicas burguesas, fundamentalmente la presencia de la autoridad que busca imponerse sobre la clase trabajadora y hacerse obedecer. Y lo mencionaron así:

El socialismo actual no destruye, pero tampoco construye; es simplemente conservador de lo existente; conservador de la desigualdad social que es el origen de todos los males que afligen a la especie humana; el sistema cambiará de nombre únicamente, pero seguirá siendo el mismo. Los anarquistas, queremos el divorcio con el pasado; la muerte de las instituciones que nos han hecho sufrir a los que formamos parte de lo que se llama plebe. La autoridad, el capital y el clero; ese pasado debe ser odiado cordialmente por nosotros.23

La percepción revolucionaria distinta a través de proyectos políticos disímiles fue uno de los elementos que paulatinamente dividió al grupo, así como las diferentes posturas que expresaron los militantes y simpatizantes sobre su participación en la contienda armada y en la práctica editorial, hasta este momento apoyadas principalmente por las socialistas, mujeres formadas académicamente y con recursos financieros para colaborar con la causa.

Entre 1910 y 1911, cuando publicaron la última época del semanario Regeneración, Elizabeth Trowbridge y Ethel Duffy abandonaron su militancia en el PLM, dedicándose a colaborar esporádicamente. En esos mismos años, María Talavera Broussé, Lucía Norman, Concepción Arredondo, Matilde Mota y Francisca J. Mendoza se unieron a la redacción del periódico; además de la aparición de Rosa Méndez, cambiando considerablemente el sector femenino que seguiría colaborando con el partido.

¡Por la mujer y la anarquía!

La cuarta época de Regeneración se publicó desde 1910 hasta 1918. Estos años representan la radicalización tanto ideológica como estratégica del PLM, declarándose abiertamente anarquistas y fracturando las relaciones con los socialistas. Además, se unieron otros tipos de mujeres, principalmente campesinas y obreras sin formación profesional. Los anarquistas mexicanos pertenecientes al partido entendieron, por fin, la importancia de la participación femenina en la lucha como símbolo de resistencia, desde las madres que hicieron un llamado solidario a sus hijos varones para incorporarse al combate hasta las jóvenes que colaboraron desde sus propios espacios.24

La liberación de la humanidad implicaba la emancipación de la condición de las mujeres doblemente esclavas: por un lado por el patrón y por otro por el esposo. Así lo escribieron: “somos anarquistas, porque queremos ser libres y completamente iguales”.25 Por tanto, cambiar la estructura social también implicó modificar las formas de relacionarse entre ellos. Al transformar sus prácticas cotidianas implementaron otras maneras de lucha. Por ejemplo, respecto a la institución matrimonial como reglamentación de la estructura estatal, los integrantes de la Red Transnacional Anarquista, incluidos los del nodo Regeneración, retomaron de Emma Goldman la propuesta de unión libre, completamente opuesta a los mandatos religiosos y civiles que confinaban a las mujeres al rol de ama de casa y a la maternidad.

Lo importante fue que miembros de Regeneración como Lucía Norman, María Talavera, Raúl Palma, Librado Rivera, Francisca J. Mendoza, Rafael Romero Palacios, entre otros militantes, modificaron sus prácticas cotidianas como parte de la proyección de una sociedad distinta. La revolución social tendría la capacidad de modificar las formas de relacionarse, ya que una vez llevada a cabo la transformación se “purificaría” la unión sexual y se anularía la propiedad privada en las esferas íntimas de la sociedad. En consecuencia, la convivencia debía ser por afecto mutuo y no por conve niencia económica.26 Con dichos principios se identificaron mujeres tanto de México como de los Estados Unidos.

Aunque en la historiografía no se ha contabilizado la militancia femenina del PLM, en la Tabla 1 se ilustró el aumento en la participación de ese sector con el partido y la propaganda de sus principios.

Tabla 1

Aumento de agrupaciones y apoyo femenino con el PLM, 1910-1911

Año Grupo Lugar
1910 Grupo Mixto Regeneración. Oxnard, California (1)
1910 Grupo Mixto Regeneración. Hico, Texas
1910 Grupo Mixto Regeneración. Los Ángeles, California
1911 Grupo Femenino Ricardo Flores Magón. Santa Mónica, California
1911 Grupo Mixto Regeneración. Oxnard, California (2)
1911 Grupo Femenino Josefa Ortiz de Domínguez. El Paso, Texas (1)
1911 Grupo Femenino Regeneración. San Antonio, Texas
1911 Grupo Femenino Regeneración. Dallas, Texas
1911 Grupo Mixto Práxedis G. Guerrero. Tunco, California
1911 Grupo Femenino Regeneración. Palo Verde, Arizona (1)
1911 Grupo Mixto Regeneración. Alba, Texas
1911 Grupo Femenino Regeneración. Palo Verde, Arizona (2)
1911 Grupo Femenino Regeneración. Weir, Texas
1911 Grupo Femenino Tierra y Libertad. Del Río, Texas
1911 Grupo Femenino Juan Sarabia. Morenci, Arizona
1911 Grupo Mixto Regeneración. Straw, Texas
1911 Grupo Femenino Lázaro Alanís. Casas Grandes, Chihuahua
1911 Grupo Mixto Tierra y Libertad. Seguín, Texas
1911 Grupo Femenino William Stanley. El Cajón, California
1911 Grupo Mixto México Libre. Gallup, Nuevo México
1911 Grupo Femenino Josefa Ortiz de Domínguez. Watts Farm, Texas
1911 Grupo Mixto Tierra, Libertad y Justicia. Amarillo, Texas
1911 Grupo Mixto Lázaro Alanís. Santa Ana, Texas
1911 Grupo Mixto Guillermo Stanley. Blooming Grove, Texas
1911 Grupo Mixto Regeneración. Sherwood, Texas
1911 Grupo Femenino Josefa Ortiz de Domínguez. Cameron, Texas
1911 Grupo Mixto Regeneración. Thurber, Texas
1911 Grupo Mixto Regeneración. El Paso, Texas (2)
1911 Grupo Mixto El luchador moderno. La Salle, Colorado
1911 Grupo Mixto Regeneración. Chilton, Texas
1911 Grupo Mixto Corona. Ray, Arizona
1911 Grupo Mixto Regeneración. Tempe, Arizona

Fuente: Elaboración propia a partir de la información de Regeneración de1910 a 1911.

Todas ellas materializaron su apoyo al PLM a través de grupos Regeneración, donde trabajaron en la venta del semanario, propagaron sus principios y colaboraron financieramente para que la rebelión armada siguiera su curso en México. El aumento de la participación de las mujeres con el partido fue una característica de Regeneración en su última época de publicación, pues uno de los principios básicos del anarquismo fue la emancipación del sexo femenino, y paulatinamente consiguieron su colaboración. Acerca del tema, se mencionó en el periódico:

Es alentador que la mujer se emancipe y venga a tomar el puesto que le corresponde al lado de su compañero el hombre, en la grandiosa lucha social que tiende a la liberación de la humanidad. Ya es tiempo que así sea. La mujer ha estado esclavizada al hombre por muchas centurias debido a la pésima organización social en que ha vivido la humanidad.27

En la Tabla 1 se muestra la cantidad de grupos conformados entre 1910 y 1911 en los que colaboró el género femenino. Algunos fueron fundados específicamente para ellas y otros fueron mixtos. Esto indica que para principios de 1912 contaron con un aumento considerable de mujeres en las filas del partido, no solamente de quienes militaban, sino de una gran cantidad de simpatizantes que sostuvieron financieramente la publicación. Supongo posibles tensiones entre camaradas al convocar, desde la Junta del PLM, a otorgar espacios en sus clubes para el sector femenino, explicando la necesaria participación de éstas, mencionando que deben estar presentes en las reuniones y tomar partido al lado de sus compañeros. Así convocaron a que ellas participaran:

Vosotras, compañeras, venid a nuestro lado, que en la lucha que sostenemos, no vamos estúpida y egoístamente tras el bien de los hombres solamente. Sabemos, que vosotras sois más esclavas que nosotros y queremos que vengáis a nuestro lado a ayudar a trabajar por vuestra libertad también. Queremos que se independicen no solamente de la tiranía política y la explotación capitalista que pesa por parejo sobre hombres y mujeres, sino que también se liberen de la tiranía del hombre que en lo general las ve como esclavas en vez de compañeras.28

La multiplicación de los clubes Regeneración de mujeres coadyuvó a que el trabajo de muchas fuera ampliamente apreciado por los integrantes del semanario y de otras agrupaciones anarquistas. Militantes como Josefina de Delgado Lille, Eloísa Guerrero, Flora Vargas Trejo, Margarita Ortega Valdés y otras, fueron reconocidas por su activa participación en dinámicas culturales como la organización de bailes a beneficio del periódico ácrata, pero Margarita fue reconocida como guerrillera en la Revolución Mexicana.29 El crecimiento de agrupaciones femeninas que colaboraron solidariamente con el PLM legitimó la lucha revolucionaria en México, recibiendo ayuda financiera de un amplio sector de la población y de otras anarquistas del sur del continente americano.

Después de la publicación de un manifiesto en 1911, con una postura política-ideológica clara, Regeneración se consolidó y legitimó como una agrupación anarquista en el mundo. Con diferentes campañas de solidaridad, los integrantes de Regeneración afianzaron el apoyo de las organizaciones sindicales y los camaradas anarquistas más representativos de algunos países de Europa, principalmente de España. Sin embargo, a pesar de fortalecer la interrelación entre los españoles y mexicanos, y de las protestas publicadas en la prensa libertaria en contra de su persecución, Ricardo y Enrique Flores Magón, Librado Rivera y Anselmo L. Figueroa fueron nuevamente encarcelados,30 quedando al frente del semanario Rafael Romero Palacios, Rosa Méndez y Francisca J. Mendoza.

Rosa Méndez fue el seudónimo que utilizó Enrique Flores Magón con el objetivo de, según sus palabras, “levantar el ánimo de las mujeres, incitándolas a la lucha”.31 A partir de la publicación de artículos con la firma y el discurso incendiario de Rosa, la colaboración financiera de las mujeres hacia el periódico aumentó. Si bien existieron otras militantes involucradas en el PLM, cumplieron otras funciones. Antes de que Francisca J. Mendoza se incorporara como parte de la redacción y la dirección del semanario, ninguna mujer tuvo ese puesto, porque la mayoría de ellas se dedicó a la práctica de la cultura oral, transmitiendo el proyecto político del partido en espacios de sociabilidad informal, como las plazas públicas.

Sería con la participación de Francisca y el encarcelamiento de los representantes de la PLM que el campo editorial en Regeneración se abrió para otras militantes obreras. Muchas continuaron conformando clubes, como Donaciana Salas, que organizó el club Vicente Guerrero en Acayucan, Veracruz; otras como Rafaela Alor que, además de ser combatiente, contrabandeaba armas desde El Paso, Texas, hasta los estados fronterizos de México, según los testimonios de Samuel Kaplan, Enrique Flores Magón y Ethel Duffy: “bajo el corsé ocultaban revólveres; alrededor de la cintura, cartuchos. Otras llevaban entre las piernas un Winchester, desarmado en mitades, suspendido de una cuerda fuerte alrededor de la cintura”. 32

En el discurso, las camaradas se posicionaron con una agenda propia a las problemáticas de su sexo, no eran esclavas del hombre, ni como esposas, parejas sentimentales ni obreras, campesinas o de cualquier rama productiva, y como tal debían tomar parte correspondiente en la lucha de clases para lograr el triunfo de los trabajadores en su conjunto. Según la protesta firmada por Francisca J. Mendoza, Lucía Norman, María Talavera, entre otras, las mujeres debían tomar las armas y lanzarse a la lucha bajo los principios de la bandera roja del PLM, expropiar la tierra y las herramientas de trabajo para producir y satisfacer las necesidades colectivas.33 Así lo planteó Francisca:

Los revolucionarios inspirados por el espíritu comunista, han comprendido que no puede haber felicidad ni bienestar para el proletariado en tanto no luche decididamente con las armas en la mano para conquistar la tierra que le han robado los bandidos de levita, de machete y de sotana. Ya el trabajador cree que la verdadera felicidad está aquí en la tierra, y a conquistarla va confiado en el triunfo de la revolución social.34

Francisca fue militante del PLM desde 1907. Su participación en la redacción del semanario mexicano fue importante porque se trató de una mujer proveniente de la clase trabajadora que desde su vivencia experimentó la explotación y la miseria en México. Fue articulista de Regeneración a partir de abril de 1912, cuando se notificó su arribo a la ciudad de Los Ángeles. Su llegada fue anunciada así: “inteligente, firme, resuelta, oradora de fácil y persuasiva palabra. Además, es una trabajadora, no es una burguesa”.35

Ella fue una de las fundadoras de los primeros clubes liberales exclusivamente femeninos a favor del PLM; protestó en contra de la amenaza de invasión de los Estados Unidos a territorio mexicano, y lanzó junto a otras mujeres la convocatoria de apoyo internacional.36 Francisca fue una militante convencida de que el PLM fue el único que reivindicó la causa de emancipación de los trabajadores, y por tanto, la bandera bajo la que debían aglutinarse para la lucha.

Pertenecer a la redacción de Regeneración no se trató únicamente de escribir y reproducir el discurso de los compañeros; como mujeres buscaron los medios para sostener el semanario y la defensa de los presos. La defensa dependió del apoyo de los simpatizantes y militantes del partido; por ello, Francisca se dio a la tarea de poner en venta retratos de los miembros del PLM y postales de la autoría del anarquista Fermín Sagrista, quien las envió desde Barcelona para solventar los gastos que el proceso legal representó.37

Paralelamente a los trabajos de Francisca, tanto en el periódico mexicano como en el partido, desde junio de 1912 destacó la práctica política de otra mujer que a través de sus escritos se ganó el respeto y un lugar en las oficinas de Regeneración; se trató de Sofía Bretón, de origen cubano. La participación de Bretón en el semanario mexicano se anunció en varios periódicos ácratas; por ejemplo, Le Libertaire de París en julio del mismo año publicó: otra compañera, Sofía Bretón, ha entrado a la redacción formando cuatro de los más firmes pilares de la causa mexicana.38 La colaboración de Sofía en las columnas de Regeneración amplió las redes de relaciones del semanario, conectando sus vínculos como escritora con los mexicanos.

Ella escribió estrictamente sobre la opresión y emancipación de su sexo, expresó su simpatía por la lucha de clases peleando por objetivos comunes: expropiación de la tierra y derrocar al sistema capitalista. Así lo expresó: Sin importar “cuan pequeño sea el contingente que puedan prestar las mujeres; unidas formaremos falange y podremos hacer tanto como nuestros compañeros. ¡Arriba, proletarias! ¡Viva la obra de Regeneración!”.39 El último artículo firmado por ella apareció en septiembre de 1912; salió de la redacción, pero continuó organizando clubes liberales desde donde apoyó.

Entre 1912 y 1914, Regeneración se robusteció substancialmente gracias al trabajo de la militancia del PLM y al apoyo solidario y financiero de otros anarquistas de varios países del mundo. El fortalecimiento del semanario mexicano como agrupación libertaria con una lucha legítima se observó en la modificación de su práctica editorial, desde el contenido del periódico que radicalizaron aún más hasta otros elementos culturales como la inserción de dibujos y fotograbados, cuya finalidad fue explicar a la población a través de imágenes su situación económica y social.

En el semanario publicaron caricaturas satíricas de las facciones políticas en México, tanto de los maderistas como de distintos representantes de la autoridad, de la institución eclesiástica y de la burguesía (véase Imagen 3) para evidenciar que, aún cambiando de actores políticos, la problemática económica de los mexicanos sería la misma.

Imagen 3

Caricaturización de los representantes del poder eco nómico, político e ideológico, publicado en Rege neración.

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Fuente: Regeneración, 1 de enero de 1913.

El trabajo de las camaradas no sólo impactó en la interrelación de los representantes del partido -hombres y mujeres-, sino que influyeron directamente en los valores, dinámicas y relaciones de quienes conformaron las bases del PLM, tanto de los militantes más importantes como de los simpatizantes. Por ejemplo, en los registros de Regeneración se leen las siguientes notas: “Libertad es el nombre de la niña que vio la luz el 17 de noviembre en Colgate, Okla., sus padres Herlinda Martínez y Severino anuncian que es un nombre provisional en lo que Libertad crece y elige el que más le agrade”.40 Otro ejemplo más es el siguiente, el cual refleja cómo las bases del partido, paulatinamente, interiorizaron y aplicaron a su vida cotidiana la cultura y los valores libertarios, tales como el rechazo a la institución matrimonial, en lo civil y eclesiástico:

Hubo una ceremonia sencilla. Se trató de una pareja que vivía en unión libre: Jesús Rincón y Luisa Rincón, quien inspirada en las ideas libres deseaba dar bautizo a una niña que era el fruto de su enlace. A la niña se le dio el nombre de Regeneración, vestida de color rojo, representando la libertad del proletariado universal.41

No fueron valores adoptados únicamente por las mujeres adultas, las niñas y las adolescentes también formaron parte de la propaganda de valores y lecturas libertarias. De Florence, California, Julia Monreal, hija del militante Santana Monreal, desde los 11 años de edad comenzó con la lectura de Regeneración, y “al enterarse del ideal igualitario y justiciero que propaga, se enamoró de tales ideas”.42 Desafortunadamente, Julia murió a la edad de 15 años. El acto fúnebre que la despidió fue descrito en las páginas del semanario.

Vestida de color rojo y rodeada de flores, puras e inocentes como ella, con los labios sonrientes y la faz apacible, la niña gladiadora de alma gigante y combatiente, ha muerto, hermanos... Murió el 18 de marzo anterior, y el 20 del mismo, fue acompañado su cuerpo al cementerio por numerosos compañeros de ambos sexos, mexicanos, españoles y americanos. En su casa, en el trayecto al cementerio y sobre su tumba fueron entonadas varias canciones revolucionarias como despedida digna a la pujante luchadora.43

La lista de suscriptoras fue larga, desde campesinas y obreras hasta trabajadoras del sector de servicios, aunque no todas se unieron a las variadas actividades culturales como una forma de protestar políticamente. No obstante, militantes como Balbina Yáñez, Agustina Cantú Garza, Margarita Cendejas, Domitila Acuña, entre otras, se posicionaron públicamente a favor del PLM, favoreciendo las declaraciones hechas en Regeneración en contra de las diferentes facciones políticas en la Revolución Mexicana, particularmente la maderista. Estas mujeres le recriminaron a Francisco I. Madero el arresto del militante Prisciliano Silva, y lo dijeron así: “Las que suscribimos, trabajadoras emancipadas de las necias preocupaciones que han tenido a la humanidad esclavizada, aplaudimos la actitud que usted (Ricardo) ha tomado contra el traidor Francisco I. Madero, que tuvo el atrevimiento de arrestar al compañero Silva”. 44

Fueron mujeres que constantemente se movilizaron de una ciudad a otra, y realizaron giras de propaganda que funcionaron como eventos culturales que sirvieron como espacios significativos en los cuales se fomentó la identidad y la construcción de una cultura ácrata, principalmente entre los mexicanos, usando símbolos emblemáticos de su propia cultura. Por ejemplo, en las distintas giras asistieron mujeres, hombres y niños dedicados a cantar el himno “¡Tierra y libertad!” escrito por Enrique Flores Magón y publicado en Regeneración (véase imagen 4). La entonación del himno fungió como uno de los principales números de los programas de las giras.

Además de participar en colectas, vendieron periódicos y apoyaron en la conformación de clubes y grupos Regeneración exclusivamente para dar voz a las compañeras. Los clubes de ellas cumplieron las mismas funciones y actividades que los de varones. Igualmente, fueron militantes perseguidas y encarceladas por las autoridades de ambos países, México y Estados Unidos. Matilde Mota y Basilisa Franco 45 fueron detenidas en Ciudad Juárez, -pareja sentimental de Fernando Palomarez-Chihuahua, en diciembre de 1912, cuando se dirigían a repartir ejemplares del semanario:

Entonces los esbirros nos leyeron un estúpido decreto por el que se hace saber que queda prohibida en los dominios de Don Francisco I. Madero la circulación de Regeneración. Resultado: se nos expulsó de México porque dizque pertenecemos a no sé que sociedades secretas, la expulsión fue acompañada de palabrotas de los bandidos que mantiene Madero. Indignadas devolvimos ofensa por ofensa y escupimos el rostro de esos miserables.46

La anterior cita de Matilde Mota y Basilisa Franco nos muestra que fueron fundamentales en la conformación de redes de circulación del semanario, tanto en México como en los Estados Unidos. Mientras la ya mencionada María Talavera, desde Los Ángeles, fue la encargada de mantener la suscripción e intercambio de materiales impresos con el semanario habanero ¡Tierra!, así como de enviar a sus editores los dineros recaudados por la venta de su periódico en Los Ángeles, California.47

Las militantes no solamente fueron importantes en la recaudación de fondos para el partido y su órgano propagandístico, sino que jugaron un papel fundamental en la difusión y construcción de la cultura libertaria del PLM en los diferentes espacios de sociabilidad formal en los que hicieron teatro, leyeron y escribieron poemas, textos ácratas, entonaron himnos y canciones revolucionarias, sintetizando el nuevo lenguaje que interiorizaron rápidamente a partir de su publicación en periódicos anarquistas, incluido Regeneración.48

Imagen 4

Himno proletario escrito por Enrique Flores Magón en 1914

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Fuente: Regeneración, 14 de febrero de 1914.

La gestión femenina en los espacios públicos fue evidente cuando ganaron la tribuna y fueron vistas como ejemplo de fortaleza, mostrándose seguras acerca de que su práctica militante era la vía para emanciparse de cualquier forma de opresión. En diferentes ocasiones ellas fueron elogiadas; por ejemplo, en el escenario, la presencia de Concepción Arredondo, también conocida como Concha Rivera, “provocó largos y continuados aplausos, los cuales fueron repetidos durante toda la velada cada vez que era pronunciado su nombre”.49

Otras militantes del partido se dedicaron a traducir discursos en diferentes idiomas para exponerlos en las tribunas, y varias más realizaron giras de propaganda. En un mitin, la norteamericana Starkweather improvisó un discurso en inglés que quedó registrado en Regeneración:

Entre el trabajador mexicano y el trabajador americano no puedo notar más que una pequeña diferencia, decía la fogosa defensora del proletariado, y esa diferencia consiste en que el trabajador mexicano sabe, está persuadido de que es esclavo y lucha valerosamente por su emancipación; en tanto que el trabajador americano se considera libre y con vergonzosa paciencia sufre la opresión del gobierno y el capital.50

Es importante reconocer que fueron las mujeres quienes tuvieron participación más activa en los eventos culturales, incorporando problemáticas de interés común. Estuvieron presentes en cada espacio de la vida orgánica del partido, desde la organización de bailes hasta mítines exprés en las plazas, generando ingresos, reclutando militantes, vinculándose con otros libertarios y diversificando las prácticas editoriales con obras de teatro, artículos, poemas, entre otros.

Consideraciones finales

Desde 1900, la publicación del semanario Regeneración fue la práctica que unió y modificó radicalmente la vida de sus integrantes al vincularse con otras tradiciones de lucha, involucrándolos en dinámicas políticas y culturales que los llevaron a pertenecer a diferentes redes en diversas circunstancias. Este trabajo se orientó a entender los tipos de actividades y la militancia por parte del sector femenino en el PLM entre 1907 hasta 1913, para profundizar en la evolución de estrategias y acciones organizacionales de las mujeres y cómo fueron modificando su pensamiento y actuar hacia el anarquismo, pero que en el proceso de forjar vínculos indispensables para el desarrollo y sostén de su práctica editorial transformaron constantemente sus valores, cultura y las formas de relacionarse.

Un rasgo importante fue que la participación de las mujeres comenzó a cobrar mayor relevancia en su práctica editorial y en las relaciones que las camaradas mantuvieron y construyeron con militantes de otros espacios geográficos en momentos cruciales para el grupo y el semanario. Fueron ellas quienes mantuvieron avante la labor propagandística con su labor periodística, diversificando materiales impresos, actividades culturales, aportando monetariamente, movilizándose de un estado a otro y consiguiendo el apoyo de otros militantes para el PLM.

Ciertamente, el trabajo conjunto de la militancia del partido llevó a que la causa mexicana fuera reconocida internacionalmente, pero entre 1907 y 1910, fueron Elizabeth Trowbridge, Ethel Dolson, Ethel Duffy, María Talavera, Concepción Arredondo, Lucía Norman y un número extenso de simpatizantes, quienes continuaron la labor proselitista y la compra de armas para la organización de la rebelión en México, sosteniendo financieramente los múltiples materiales impresos que ellas editaron con algunos compañeros, reconfigurando la vida orgánica del partido y las formas de interrelación cotidiana entre los miembros del grupo, lo que permitió analizar la paulatina construcción de su cultura libertaria.

La mayoría de las mujeres que colaboraron en el PLM, entre 1906 y 1910, fueron militantes instruidas, política y académicamente, con ideas heterogéneas, luchando desde sus propios espacios, ya desde las labores domésticas, la propaganda, el contrabando de armas, el financiamiento hasta la movilización internacional. Mientras algunas dedic aron sus esfuerzos a la organización de la Revolución en México, otras optaron por denunciar públicamente las condiciones desventajosas de mar ginación y de explotación de las mujeres para hacer conciencia entre la militancia, y modificar sus prácticas luchando en todos los planos por su emancipación como parte fundamental de la transformación de la sociedad.

Otra particularidad de la colaboración femenina fue la permanente construcción y transmisión de una cultura propia: ideas, símbolos y valores, donde la oralidad fue fundamental no sólo para los discursos en reuniones o manifestaciones públicas, sino aplicada en la lectura colectiva de folletos y obras canónicas del anarquismo como parte de las dinámicas de sociabilidad. Los relatos de cuentos, composiciones musicales, imágenes y viñetas, obras de teatro, veladas y mítines se transformaron en campos donde abordaron y discutieron problemáticas económicas, sociales, educativas, entre otras, haciendo de estas actividades el medio de expresión de sentimientos y vivencias cotidianas, así como la representación visual de la lucha de clases.

Entre 1910 y 1913 destacaron las mujeres por su colaboración y el ejercicio de su militancia. Paulatinamente modificaron las relaciones entre los integrantes del semanario, aunque en distintas ocasiones esas relaciones entre ellos y otros sujetos se mantuvieron en constante tensión y negociación. Muchas de ellas viajaron por diferentes ciudades y países con la consigna de internacionalizar la lucha, alcanzando el reconocimiento como referentes del anarquismo. Tal fue el caso de las simpatizantes del partido: Emma Goldman y Voltairine de Cleyre, y de la militante María Talavera Broussé, quienes ya venían participando en el PLM desde 1906 hasta los últimos días de publicación de Regeneración.

Fuentes

Documentales

 

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Notas

[1] Cockroft, Precursores, 1971; Azaola, Rebelión, 1982; Córdova, Ideología, 1985; Torres, Revolución, 1990; Day, Cuadernos, 1993; Yankelevich, “Magonistas”, 1999, pp. 58-83; Duffy, Ricardo, 2003; Camero, Ricardo, 2005; Blanquel, Ricardo, 2008; Beas, Magonismo, 2010; Sandoval, Configuración, 2011; Samaniego, “No eran”, 2019, pp. 519-545; Samaniego, “Revolución”, 2007, pp. 1201-1262; Ramírez, Regeneración, 2022, entre otros.

[2] Trejo, Magonistas, 2021.

[3] Abad, Ricardo, 2011; Barrera y De la Torre, Rebeldes, 2011; Ferrua, Anarquista, 2012; De la Torre, “Cuentos”, 2013, pp. 35-55; Lomnitz, Regreso, 2016; Vásquez, Ethel, 2019; López, Mujeres, 2019; Ruiz, Hilo, 2020; González, Anarquistas, 2021; Olvera, Revolucionarias, 2023.

[4] Vázquez, Betabeles, 2019; Olvera, Revolución, 2021.

[5] Rama y Cappelletti, Anarquismo, 1990; Raat, Revoltosos, 1988; Melgar, Redes, 2003; Doillon, Magonismo, 2013; Gámez, Revolución, 2022. La investigación del historiador Javier Gámez es el primer estudio publicado en México que, por un lado, aborda la historia del Partido Liberal Mexicano (en adelante PLM) y de Regeneración durante su etapa anarquista; y por el otro, profundiza en la formación de redes políticas e intelectuales entre el partido y los movimientos ácratas más importantes como el estadounidense, particularmente el núcleo constituido por los exiliados ibéricos, así como su relación con las agrupaciones anarquistas de España, Argentina y Cuba porque considera que en esos países se encontró la vanguardia del movimiento ácrata internacional en el periodo de estudio.

[6] Mother Earth, april 1911.

[7] Morales, “Rituales”, 2012, p. 31.

[8] Ricardo Flores Magón a Crescencio Villarreal Márquez, 16 de junio 1906, en: Archivo Magón (en adelante AM), Correspondencia, <https://archivomagon.net/obras-completas/correspondencia/c1906/>.

[9] Duffy, Ricardo, 2003, pp. 145-152.

[10] Raat, Revoltosos, 1988, p. 27.

[11] Delgado, Magonismo, 1991, p. 61.

[12] Vásquez, Ethel, 2019, p. 64.

[13] Lomnitz, Regreso, 2016, p. 83.

[14] Lomnitz, Regreso, 2016, p. 265.

[15] Kenneth, México, 2007, p. 237; Ricardo Flores Magón carta a María Brousse, septiembre 27 de 1908, en: am, Correspondencia, <https://archivomagon.net/obras-completas/correspondencia/c1908/>.

[16] Vásquez, Ethel, 2019, p. 72.

[17] Vásquez, Ethel, 2019, p. 82.

[18] Lomnitz, Regreso, 2016, p. 170.

[19] Lomnitz, Regreso, 2016, pp. 117 y 252. Lomnitz señala que el adjetivo de esclavo mexicano fue común entre las autoridades para dar cuenta de las pésimas condiciones de vida de los trabajadores de las grandes plantaciones del sur del país.

[20] Lomnitz, Regreso, 2016, pp. 400-410.

[21] Lomnitz, Regreso, 2016, p. 353.

[22] Gámez, Redes, 2018, p. 16.

[23] “Miedo”, en: Regeneración, 20 de abril de 1912.

[24] Nash, “Republicanas”, 2006, p. 126.

[25] “Nosotros”, en: Regeneración. 8 de junio de 1912.

[26] Dolores Curia, “El amor es libre”, en: Página 12, 12 de enero de 2018, <https://bit.ly/3KpvXyB>.

[27] “Regeneración”, en: Regeneración, 25 de febrero de 1911.

[28] “Regeneración”, en: Regeneración, 14 de enero de 1911.

[29] Olvera, Revolucionarias, 2023, pp. 54-94.

[30] Lomnitz, Regreso, 2016, pp. 400-410.

[31] “Rosa”, en: El Nacional, 7 de marzo de 1946.

[32] Olvera, Revolucionarias, 2023, pp. 24-27.

[33] “Regeneración”, en: Regeneración, 25 de marzo de 1911. Otras firmantes: Rosa González, Margarita Medina, Julia Ontiveros de García, Encarnación Santibáñez, Epifanía González, Concepción Urdapilleta de Hernández, María del Toro, Julia P. Neyra, Amalia y Catalina Rodríguez, Estefanía Montero, Catalina Ramírez, Piedad e Isabel Figueroa, Felicitas Andonaegui, Brígada Salazar de Tapia y Matilde García.

[34] “Libertad”, en: Regeneración, 14 de septiembre de 1912.

[35] “Bienvenida”, en: Regeneración, 20 de abril de 1912; “Compañeros”, en: Regeneración, 21 de octubre de 1911.

[36] López, Mujeres, 2019, p. 78; “Atrás”, en: Regeneración, 1 de abril de 1911.

[37] “Carta”, en: Regeneración, 8 de junio de 1912.

[38] Doillon, Magonismo, 2013, pp. 130-135.

[39] “¡Guerra!”, en: Regeneración, 31 de agosto de 1912.

[40] Regeneración, 29 de noviembre de 1913.

[41] “Siempre”, en: Regeneración, 21 de enero de 1911.

[42] “Julia”, en: Regeneración, 6 de marzo de 1915.

[43] “Julia”, en: Regeneración, 2 de octubre de 1915.

[44] “Votos de adhesión y simpatía”, en: Regeneración, 11 de marzo de 1911.

[45] Olvera, Revolución, 2021, p. 84. Fernando Palomarez, indígena mayo y anarquista, participó desde 1906 en la Huelga de Cananea. Fue el contacto del plm para entablar conversación y buscar alianzas con los indios yaquis y los mayos en la región del norte.

[46] “Libertad”, en: Regeneración, 6 de diciembre de 1911.

[47] “Administración”, en: ¡Tierra!, 20 de julio de 1912.

[48] Sánchez, “Sociabilidad”, 2012, p. 220.

[49] “Gentío”, en: Revolución, 30 de noviembre de 1907.

[50] “Animado”, en: Regeneración, 14 de febrero de 1911.